Cristina y la educación pública: las relaciones entre el compromiso intelectual, moral y político.

En ocasión de la inauguración del edificio anexo a la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, Cristina, cumplió con el rito institucional de cortar la cinta y habló. Riqueza de la acción y la reflexión. Juego dialéctico entre las realizaciones concretas y efectivas de nuestro gobierno y la explicación de la visión estratégica que orienta la política de las que tales obras son su fruto, que hay que sostener y profundizar.


             En el saludo inicial aclaró que el “compañeros y compañeras” no es únicamente una referencia a pertenencias partidarias, sino identitario en lo personal y en lo político, porque fue en las aulas universitarias donde comenzó su militancia política y también donde lo conoció a él, instalando desde el comienzo el primer llamado al compromiso y a la significación que tiene el ámbito donde se genera conocimiento: la universidad es un espacio donde también se hace y debe pensarse la política.



La presidenta, comentó que no logra explicarse la paradoja de que los intelectuales, académicos, investigadores y alumnos, beneficiados por políticas públicas que ensanchan los derechos -entre ellos el de formarse en una universidad- no puedan analizar, sin tomar muchas veces una actitud adversa y defensiva  sobre las fuerzas políticas y los ideales que permiten la realización de estos derechos. Ataque certero al prejuicio de clase que construye un ideal referido a los proyectos nacionales y populares, básicamente encarnados por el peronismo, como si estos fueran procesos en los que se combatiera al conocimiento, a las corrientes intelectuales, a la ciencia, y la investigación. Los enemigos y detractores de lo nacional y popular tienen siembre a repetir una frase de Perón, en la que señala “alpargatas sí, libros no”.


Pues bien, fue el primer gobierno peronista el que concedió el edificio de Córdoba y Junín para el funcionamiento de la Facultad de Ciencias Económicas y es el gobierno de CFK a través del Ministerio de Planificación Federal quién aportó los fondos para reconstruir el antiguo edificio allí donde había quedado durante más de 50 años una playa de estacionamiento. Desde el 2003 hasta la actualidad se fundarán 9 Universidades Nacionales, la última  bautizada Arturo Jaureche, funciona en Florencio Varela. Más del 50% de los alumnos que allí asisten viven aún en barrios con calles de tierra. De no haber sido por esta política de extensión de derechos, nunca hubieran ni soñado con asistir a la Universidad.

La Universidad Pública, autónoma, gratuita se forjó por la lucha social y política. Los conocimientos que allí se generan no derivan de una lógica formal, neutra, a la manera de una técnica aplicable a cualquier terreno. Esos conocimientos deben procurar sostener las innovaciones productivas que reclama un modelo nacional de producción, distribución y consumo. Y deben nutrir también un pensamiento autónomo de Nación.

Reflexiono que lo que debemos defender es el pensamiento que potencia la necesidad de pensar por nosotros mismos, desde nuestro terruño cultural. Para lograrlo hace falta necesariamente generar conocimientos. No importarlos sin crítica, sino analizarlos. Esto no significa negar los avances de la filosofía, la ciencia, las artes, y la técnica de otros países. De lo que se trata es de utilizar críticamente esos pensamientos, y producir los nuestros. Hubo un tiempo no muy lejano en el que se imponía la idea del mercado cómo regulador de la vida social. Y se impuso como un paradigma científico, más que político. Teníamos que implementar ese modelo porque había hecho grande a otras naciones, y se buscaban los artilugios para justificarlo lógicamente. Y así escuchamos muchas veces que la política “contamina” el proceso “natural” del mercado. Y que si fomentamos leyes flexibilizadoras para los trabajadores vendrán más capitales, porque así lo señala tal fórmula matemática. Imperio político que se hace pasar por imperio técnico.

Los que tenemos posibilidades de acceder a la educación pública (producto de una lucha política-esto lo recalco-) tenemos una responsabilidad: la de pensar como contribuimos para mejorar la vida de quienes nunca podrán acceder a la universidad y sin embargo con su trabajo también la hacen posible. Y esto es una llamado a la política, y darle sentido, dirección y transformación a los conocimientos aprehendidos en las aulas. Dialéctica de la acción y la reflexión. Política del conocimiento, y desarrollo de nuevos conocimientos que permitan la acción política eficaz en el proceso actual: “hay que organizarse para sostener institucionalmente los logros sociales que se vienen efectuando desde el 2003. Si logramos esto evitaremos que se lo desarme, y podremos profundizarlo”.

 Y otra vez la dialéctica, pues la organización es una forma de generación de conocimientos, y los conocimientos de la política nos debe guiar en la organización. Eso queremos construir, para avanzar en las obras que nos permitirán seguir construyendo.
LG 11 de marzo de 2011

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