FUISTE LA ALEGRIA


 Tocada por el fenómeno de masas. Yo: tan lejos de los populismos -de pronto- en exequias públicas.  Mientras me sumergía en las delicias de mirar a una, sonreír a otro, rozarse y reconocerse en la mirada de tod@s, meditaba sobre la sensación de haber perdido algo, de bronca, reproche y lástima como cuando acontece la pérdida de un ser querido por truncarse las miles de posibilidades del futuro en la amargura de lo que jamás podrá ocurrir. Insólito, enterarse de este amor por desaparecer el objeto de amor. Insólito quererlo de lejos. Alguien escribió que fue su único héroe en este lío. La bronca y tristeza van cediendo por estar acompañados. Para explicarlo racionalizo, pongo nombres, teorizo: identificaciones, identidad, fenómenos de masas, liderazgos, la política como el arte de lo imposible. Pero no sirven del todo porque no alcanzan. No alcanzan porque no abarcan la dicha en medio de la conmoción: estar ahí cuando confluyen a una misma fuente distintos aluviones desde diferentes lugares. Estar ahí y no en otro lado ni desde cualquier otro lado.
AnTón Okt '10



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